Ondas WiFi, teléfonos móviles, objetos conectados... Nuestra vida cotidiana está llena de aparatos que emiten ondas electromagnéticas. Con ellas llega la pregunta: ¿cuáles son los riesgos para nuestra salud? En el centro de este debate hay un indicador clave: el CAE. Este artículo explica todo lo que necesitas saber sobre el coeficiente de absorción específica, para que puedas hacerte una idea más clara.
CAE, o coeficiente de absorción específica, es una medida que indica la cantidad de energía electromagnética absorbida por el cuerpo humano cuando se expone a un dispositivo que emite ondas de radio (como un teléfono móvil, una tableta o un router WiFi). Esta medida se expresa en vatios por kilogramo (W/kg). Un CAE de 1 W/kg significa que un kilogramo de tejido corporal absorbe un vatio de potencia de las ondas de radio. Cuanto más bajo sea este valor, menos intensa será la exposición.
Por lo tanto, puede utilizarse para evaluar los efectos potenciales de las ondas electromagnéticas en el tejido biológico. El CAE se utiliza principalmente para :
Para garantizar la seguridad de los usuarios, las autoridades sanitarias han establecido unos límites que no deben superarse. En Europa, estos límites vienen definidos por la Directiva RED 2014/53/UE y las recomendaciones de la Comisión Internacional sobre Protección frente a Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP). Los límites de SAR son los siguientes:
Esta normativa se aplica a una amplia gama de equipos, como teléfonos móviles, tabletas, relojes conectados, auriculares Bluetooth y routers WiFi. En Francia, la Agence Nationale des FRéquences (ANFR) es responsable de controlar el cumplimiento de estos dispositivos.
Comparación de la intensidad de los campos electromagnéticos en función de la distancia a los equipos AP, teléfonos fijos, smartphones, ordenadores portátiles y ratones Bluetooth.
Tenga en cuenta que las mediciones que figuran en esta tabla no están expresadas en W/kg. Son los fabricantes de equipos los que comunican el CAE para poder acceder al mercado europeo. Los fabricantes deben elaborar un expediente que demuestre que cumplen las obligaciones establecidas en las directivas de la Unión Europea.
Esta tabla describe el nivel de intensidad del campo electromagnético que reciben los equipos (con una potencia estándar) en función de la distancia.
Si se comparan los equipos más utilizados a diario, la potencia de emisión de un router WiFi o de un ordenador es muy inferior a la de un teléfono móvil.
Por ejemplo, una persona que esté trabajando con su ordenador, conectado a un terminal a 2 m de distancia y manteniendo una conversación telefónica (en modo 4G) con un cliente, estará expuesta a 19,822 mW de intensidad de campo electromagnético.
La distancia entre el dispositivo y el cuerpo desempeña un papel crucial. Un router suele estar lejos, mientras que un teléfono se suele llevar pegado a la cabeza o en el bolsillo.
Ilustración del CAE medio por tipo de equipo*
*sources santé publique Belgique y EMF-Portal
Todos los equipos producidos por los socios fabricantes deben cumplir los requisitos de comercialización, especialmente en lo que respecta al SAR, para garantizar la salud y la seguridad de los clientes y usuarios finales.
Organizaciones como la OMS, ANSES y la Comisión Europea coinciden en que, a niveles regulados de exposición, el WiFi no supone ningún riesgo demostrado para la salud. Sin embargo, como medida de precaución, existen ciertas recomendaciones, como apagar el WiFi por la noche. En resumen, el CAE es un indicador esencial para evaluar la exposición a las ondas electromagnéticas. Mientras que los teléfonos móviles son la principal fuente de exposición personal, la intensidad del WiFi sigue siendo relativamente baja, sobre todo teniendo en cuenta la distancia a la que se utiliza: las infraestructuras de red desplegadas por Wifirst no suponen, por tanto, ningún peligro para los clientes ni para los usuarios finales.